martes, 8 de diciembre de 2015 | By: Andrea

Mi experiencia NaNoWriMo 2015

Como es posible que ya sepáis, el mes de noviembre no es solo el mes en el que empieza el frío, las lluvias y los exámenes, también es el mes del NaNoWriMo, el mes en el que hay que escribir 50.000 palabras antes de llegar al último día (si no sabes lo que es NaNoWriMo aquí te lo explico un poco). Ya han pasado ocho días desde que terminó, pero me gustaría contaros mi experiencia de este año. Ha sido muy importante para mí porque  por primera vez no he dejado una historia a medias y he conseguido escribir hasta el final, y por eso quería compartir mi experiencia.

Empecé noviembre muy emocionada porque la historia que iba a escribir me estaba rondado por la cabeza desde hacía mucho tiempo y quería llevarla al papel.  Por eso en cuanto me levanté la mañana del 1 lo primero que hice después de repasar los videos de la noche anterior para comprobar que realmente había ido a un concierto de Imagine dragons  y no había sido un sueño (lo siento, tenía que ponerlo porque aunque hayan pasado dos meses me sigue pareciendo que fue un sueño) fue encender el ordenador y ponerme a escribir. Los primeros capítulos me resultaron algo difíciles puesto que todavía no estaba segura de si los narradores iban a ser tres o simplemente una y me parecieron más lentos y aburridos que lo que en mi mente habían sido, pero en seguida la historia empezó a cobrar vida ella sola y los personajes me pedían a gritos contar ellos mismos lo que les sucedía. Esa semana solo me quedé atrás un día pero al siguiente pude recuperarlo y escribir todas las palabras de esa semana.

La segunda semana fue un poco más estresante. Los exámenes empezaron y casi no daba abasto para estudiar y escribir, pero intentaba sacar tiempo de donde fuese, incluso en clase, en las primeras horas, sobre todo, no dejaba de darle vueltas a la escena que había escrito el día anterior, a la que iba a escribir ese día o incluso a algunas que siguen apuntadas en la agenda o en los márgenes de los libros pero que no se llegaron a incluir. Por suerte ese fin de semana pude seguir adelante con todo y llegar a las 25.759 palabras, donde empezaba la parte interesante del asunto.

Por alguna extraña razón los profesores nos dejaron una semana sin exámenes, probablemente para preparar todos los trabajos de la siguiente pero me parece extraño que fuesen tan considerados, entre que acababa los textos de filosofía para empezar un trabajo que tenía que entregar el lunes siguiente y adelantaba trabajo, escribía y escribía todo lo posible para que la semana siguiente apenas me quedasen los últimos capítulos, escribiendo todos los momentos importantes para el desarrollo de los personajes y cada vez más cerca del momento que más miedo me daba, el momento en el que todo lo que parece ir bien se tuerce. Llevaba preparando esas páginas casi desde el principio, desde que vi por donde tenía que ir, pero aún así no fue suficiente, es cierto que llegué, pero no avancé. Ese sábado, en el que se supone que iba a escribir el baile (que es el famoso momento en el que todo se tuerce), apenas escribí, me di cuenta que no había terminado el trabajo de filosofía así que por la mañana no pude avanzar, por la tarde tampoco pude porque había un evento demasiado importante, el maratón de Sinsajo, ver las dos películas seguidas, antes del estreno oficial de la segunda, por lo que por la tarde tampoco escribí ni pensé apenas en la historia y no fue hasta por la noche cuando tuve tiempo para escribir, sí, escribí la escena del baile pero no solo la cosa se torció para los personajes, también para mí. De alguna manera todo lo que tenía pensado se cambió, en el Word había escritas unas palabras distintas a las que yo había pensado poner, una palabras que cambiaban todo, pero no las borré y seguí a delante porque en verdad era mejor que lo que había pensado, pero no salió bien la cosa y esa semana no pude llegar a las palabras necesarias. Ese fue el inicio del terror.

Llegó la cuarta y última semana, la de los trabajos y exámenes. Apenas tuve tiempo para escribir durante toda la semana y cuando lo hacía tenía que pararme a pensar lo que iba a pasar porque ya no era lo mismo que antes, ningún día llegué a las 1.600 palabras y ya me daba por vencida, pensaba que no iba a poder acabar a tiempo, pero aun así seguí con la idea de terminar en diciembre o en enero, de no dejar la historia a medias aunque en algún momento me tentó mucho. Así día tras día iba escribiendo un par de hojas en ese tiempo de descanso entre la comida y la tortura de estudios y deberes. Hasta que llegó el sábado, sabía que no iba a acabar, solo faltaban tres días para que terminase noviembre y a mí me quedaban más de 10.000 palabras y otra semana de exámenes, pero no me importó, no iba a dejar la historia a medias como las otras, esta iba a acabarla y sin quererlo, cuando ese día dejé de escribir me di cuenta, al actualizar las palabras en la web, que había hecho 5.000 palabras y que ya no me quedaban más que unos pocos capítulos, no puedo describir con palabras lo que me emocioné al verlo, la felicidad que me dio cuando vi que no solo iba a acabar mi primera historia si no que también tenía una posibilidad de acabarla a tiempo, aunque fuese muy pequeña, y otra vez, como si el tiempo se hubiese detenido mientras escribía, el domingo me dio tiempo a escribir la misma cantidad de palabras y llegar así a la meta del día tras haber estado 10 días tan lejos de ella, cuando solo me quedaba el último capítulo y el epílogo, cuando podía terminar a tiempo. Y el lunes terminé tanto mi primera historia como el NaNoWriMo.

Como ya habréis notado este ha sido un mes muy importante para mí a la vez que agobiante, no solo he conseguido escribir 50.000 palabras en un mes, si no que he conseguido dar un paso más y ver mi sueño algo más cerca, algo más posible. NaNoWriMo es una iniciativa que me ha servido de gran ayuda y a la que pienso volver a apuntarme el año que viene, porque no hay palabras suficientes para describirlo, esto solo ha sido un resumen de lo que me pasado durante este mes pero en realidad ha sido mucho más intenso, más desesperante y a la vez mucho más maravilloso, por esto quiero animar a todos aquellos que no se lo habían planteado o a los que no estaban seguros, participad. Si queréis escribir participad. No importa que nunca consigáis terminar nada, quien sabe quizá así lo hagáis, no importa que no se celebre ningún evento en tu ciudad o que seas la única persona que conoces que lo haga, de todas formas es divertido y hay mucha gente a través de foros y redes sociales comentándolo, no importa sea cuál sea la escusa, es una iniciativa muy útil y habrá una respuesta a cada escusa. Obviamente esto no es una obligación, es solo un consejo y una opinión porque sé que puede que sea una ayuda o simplemente un pasatiempo que le dé un toque distinto al mes.
Muchas felicidades a todos aquellos que lo habéis conseguido y también a aquellos que no, porque lo habéis intentado y eso es lo importante, puede que este año no haya sido el vuestro, pero seguro que el que viene lo conseguís.

¿Habéis participado? ¿Cómo os ha ido? 

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